Hola, seas quien seas, estés donde estés. Seguramente estés preguntándote quién soy yo, y por qué escribo esto, por qué a ti. La respuesta es muy sencilla, en cuanto a mí, simplemente soy un alma en pena, de poca importancia, desesperada por huir de una sociedad cada vez más decadente. En cuanto a ti… bueno, esto simplemente ha llegado a ti por puro azar; solamente lo has encontrado, quizá por casualidad, quizá por destino. Lo has encontrado porque tienes que saber cuál es mi problema.
Mi problema es mi mundo. Mi mundo está sumido en un caos absoluto en el que solo se preocupan de una cosa llamada dinero —mejor no te explicaré lo que es esto, porque será mejor que no lo conozcas nunca. Aquí ya no nos preocupamos por ser felices, ni por estar vivos, ni siquiera por nosotros mismos. Ahora lo único que les importa es ese dichoso dinero. Los tiene absorbidos, los tortura. Resulta irónico que el hecho de que el papel, que tanto ha hecho evolucionar a los humanos, provoque ahora de repente un salto tan brusco hacia atrás.
Mi gente pasa la mitad de las horas de su vida metida en un recinto cerrado, sobre-explotada por personas "superiores a ellas" que las hacen trabajar hasta que no pueden más; todo esto por conseguir un pequeño beneficio. Pero este beneficio, en realidad no es más que un obstáculo más en la humanidad, un problema que se antepone a otros que deberían ser resueltos con una prioridad mucho mayor. Le damos al dinero una importancia que no tiene. Seguramente te preguntarás por qué hacemos esto. Lo cierto es que no lo sabemos ni nosotros. Te preguntarás quién sería la persona que inventaría semejante aberración. Esto tampoco lo sé, pero la maldigo todos los días al levantarme, y la maldeciré por el resto de mi vida. No tengo respuestas a estas preguntas, y seguramente nadie las tenga. La gente que piensa saber estas respuestas, en realidad, lo único que hace es engañarse a sí mismo pensando que todo esto es bueno para la humanidad.
En realidad, no pretendo llegar a ningún sitio con todo esto. No pretendo hacer ninguna crítica constructiva, porque no hay nada que construir. Seguramente, cuando leas esto, yo estaré ya muerto, o loco. Cuando leas esto, mi mundo ya estará perdido; no hay nada que puedas hacer para arreglar esto. Si de verdad hay una razón para que yo haya escrito esto, y para que tú lo estés leyendo, es advertirte de que no permitas que hagan esto en tu mundo. No te dejes controlar por un puñado de billetes. Nunca pienses que éstos son algo más que unos cuantos papeles que, al fin y al cabo, no valen para nada más que para escribir. Te escribo esto para decirte que no permitas lo que nosotros hemos permitido, que nunca dejes de luchar por lo que vales.
"No dejes nunca de luchar, porque el día que lo hagas, ellos estarán ahí para aprovecharse. Ellos estarán allí para alimentarse de ti."