Imagínate un mundo perfecto, un mundo bonito, un mundo maravilloso en el que no hubiera corrupción. Imagina un mundo en el que hubiera bosques, enormes y frondosos bosques de altas hayas, pinos, robles y encinas. Un mundo en el que todas las especies conviviesen en armonía entre ellas, viviendo y dejando vivir. Un lugar en el que no hubiera nada ni nadie que se alzara por encima de todo lo demás y quebrantase todo lo conocido de manera vil y cruel. Imagina la perfección pura, lo que para ti es más representa la belleza personificada, y plásmalo en tu imaginación. Imagina largos caminos a través de un hayedo, un camino que llega a un gran lago cristalino. Si quieres, podría haber unas cuantas nutrias correteando en la orilla, jugando con cuatro o cinco ratoncillos de campo. Al fin y al cabo, un mundo perfecto, una utopía maravillosa.
Pero ambos sabemos que eso nunca ocurrirá. La cruda realidad es ésta: grandes ciudades que se divisan a kilómetros de distancia, enormes torres en contraste con los maravillosos bosques, fábricas despreciables que defecan sobre el firmamento virgen. Y, sobre todo, nosotros, los humanos, unos hombrecillos que desean el poder, y lo consiguen a través de la violencia, de la purga de especies, de la incineración de ecosistemas, y de la masacre de paisajes. Porque todo esto es culpa nuestra: nacemos, crecemos, contaminamos, consumimos, arrollamos, nos multiplicamos y perecemos. Pero todo esto ya no podemos arreglarlo.
Dicen que sí, que toda la contaminación podría ser reducida, que podríamos dejar de contaminar tanto. Pero lo hecho, hecho está. No hay vuelta atrás, nuestro mundo agoniza, delira por la fiebre que nosotros le causamos, y, más tarde que temprano, acabará por morir. Esto es inevitable, pero no lo fue hace un tiempo. Nosotros lo hemos creado, y nosotros acarrearemos las consecuencias, al igual que todos. Cualquier animal sabe que no tiene que cagar donde come, pero, como dicen, el hombre es el único que tropieza dos veces con la misma piedra.
Definitivamente, si nuestros antecesores vieran lo que hemos hecho, se hubieran suicidado en masa sin dudarlo un momento. ¿Quién querría ésto? Si alguien nos creó, si alguien está ahí arriba, por favor, que aparte densa nube de contaminación y eche un vistazo al panorama. Que observe lo que ha pasado, lo que ha hecho con nosotros, y tome medidas. Éso es lo que necesitamos, una solución divina, porque parece que nunca conseguiremos un bien humano por nuestra propia mano. Éso es lo que necesitamos: ayuda.
"Dios creó el mundo en seis días; al séptimo descansó. Y al octavo se arrepintió."
17 oct 2011
5 oct 2011
Busca un poco.
Fíjate en una persona al azar, y comprueba lo siguiente. Comprueba cuál es tu primera reacción, y en qué cosas te fijas. Lo primero que ves es la apariencia del individuo, si tiene el pelo largo o corto, si tiene las orejas más grande de lo normal, si la nariz es demasiado pequeña, si tiene muchos granos... Y ahí es donde nos quedamos, miramos si nos gusta o no, y ya está. ¿Para qué queremos saber más? Ya sabemos si es atractivo o no. Ya sabemos todo lo que queremos saber para saber si queremos conocer a esa persona.
Fíjate más, busca, indaga en esa persona. ¿No ves nada? Inténtalo otra vez. Inténtalo con todas tus fuerzas. Concéntrate, relájate. Cierra los ojos, no los necesitarás. ¿Sigues sin ver nada? Ánimo, puedes con ello, no es tan difícil, sólo tienes que aprender a hacerlo. Cierra los puños, con todas tus fuerzas; aprieta los dientes. Esfuérzate. Tensa todos los músculos de tu cuerpo, aíslate de todo lo que hay a tu alrededor. Céntrate única y exclusivamente en esa persona. Siéntela. Cierra los ojos con fuerza. Empiezas a ver algo, ¿verdad? Ves una especie de cajita, un cubo azul, que gira y da vueltas y vueltas. ¿Ahora sí? Ahora te das cuenta que lo viste desde el principio, que siempre ha estado ahí; pero no le diste importancia, nunca le diste importancia. Y sigue sin parecerte algo importante.
Pero fíjate dentro de esa cajita, parece que tenga millones de fantasmas en su interior, ¿verdad? Enhorabuena, acabas de descubrir la personalidad de una persona. Ahora podrás saber cómo es alguien, y poder conocerlo tal y como es, además de su físico. Si aprendes a leer bien las sombras de esa caja, aprenderás cómo es esa persona. Habrá cosas que te gustarán, y otras que no; pero la vida es así. Ahora es cuando puedes juzgar a esa persona.
"Las personas son personas, y no cuadros bonitos que únicamente haya que mirar. Recuérdalo."
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